Friday, October 24, 2025
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Ser o No Ser: El Dilema de Bakú en Oriente Medio


Análisis de Farhad Mammadov (@mneniyefm)

Los últimos acontecimientos en Oriente Medio – especialmente la implicación de Azerbaiyán en Siria y en la Cumbre de Paz de El Cairo sobre Gaza – han reavivado el debate sobre hasta qué punto Bakú debe ampliar su presencia regional.

Hoy, Oriente Medio sigue siendo un tablero de ajedrez de conflictos y alianzas cambiantes, desde guerras por poder hasta fracturas ideológicas y Estados colapsados rediseñados por fuerzas externas.

En medio de esta complejidad, la principal preocupación de Azerbaiyán es clara: evitar un enfrentamiento directo entre su aliado Turquía y su socio estratégico Israel.

Entre la Diplomacia y el Despliegue
El presidente Ilham Aliyev ha subrayado repetidamente la preferencia de Bakú por el diálogo, sugiriendo que Azerbaiyán podría servir como plataforma de mediación entre los actores regionales enfrentados.

Sin embargo, las tensiones recientes han elevado los riesgos: tras años de implicación paralela en Siria, el contacto militar directo entre fuerzas turcas e israelíes ya no es una mera hipótesis.

A medida que avanzan las conversaciones sobre una misión multinacional de paz en Gaza, varios medios internacionales señalan que Turquía y Azerbaiyán – junto con Indonesia y Bangladés – figuran entre los posibles participantes.

Una Ecuación Delicada
Para Bakú, la situación plantea un dilema estratégico complejo. Israel se opone firmemente a la presencia de tropas turcas en Gaza, incluso bajo mandato de paz, y un despliegue conjunto podría colocar a Azerbaiyán en una posición incómoda entre dos socios cruciales.

Mientras tanto, el llamado Plan de Paz de Trump sigue sobre la mesa, con negociaciones en curso sobre la gobernanza postconflicto de Gaza, el desarme de Hamás y una eventual transición hacia una fuerza policial local.

Cautela Calculada
Para tomar una decisión, los funcionarios de Bakú exigirían garantías claras de EE. UU., parámetros de misión transparentes y responsabilidades bien definidas.

Mantenerse al margen parece más seguro, pero evitar toda participación podría debilitar la influencia regional de Azerbaiyán si la tensión entre Turquía e Israel se agrava.

En este contexto, la postura de Bakú se alinea estrechamente con Washington, reforzando la importancia de la coordinación EE. UU.–Azerbaiyán, subrayada por la reciente visita del almirante Brad Cooper a Bakú.

Un Momento de Paciencia Estratégica
El mundo ha entrado en una etapa sin reglas fijas, donde la negociación entre actores define cada resultado. Para Azerbaiyán, la cuestión no es solo si unirse a una misión en Gaza, sino cómo equilibrar la diplomacia y la disuasión en una región donde cada movimiento tiene consecuencias.

Por ahora, no hay respuesta definitiva. Las conversaciones continúan, y el marco de paz – al igual que la región misma – sigue en construcción.

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